Mi esposa y yo nos pusimos kinky con un perro desconocido, un cumplimiento fetichista. Ella se inclinó, se burló y se abalanzó. Un viaje inquietante pero emocionante, salvaje, crudo y humillante.
Mi cónyuge y yo habíamos estado deseando algo de emoción en nuestra vida amorosa, y sabíamos que necesitábamos mejorar nuestro juego.Decidimos agregar un nuevo elemento a nuestra rutina y traer a un perro para darle sabor a las cosas.Los dos estábamos ansiosos y listos para la aventura.Nada más llegar a casa, empezamos a ponernos a jugar con nuestro amigo peludo.Mi esposa estaba ansiosa y excitada, y el perro estaba más que dispuesto a unirnos a la diversión.Empezamos con algo de acción intensa desde atrás, con mi esposa inclinada, presentando su culo al perro.La vista de mi esposa siendo tomada por un animal extraño era emocionante y humillante.La experiencia fue salvaje, intensa e increíblemente erótica.Los dos quedamos sin aliento y satisfechos por el encuentro.
Bahasa Indonesia | Nederlands | Slovenščina | Slovenčina | Српски | Norsk | ภาษาไทย | 한국어 | 日本語 | 汉语 | Dansk | Ελληνικά | Čeština | Magyar | Български | الع َر َب ِية. | Bahasa Melayu | Português | עברית | Polski | Română | Svenska | Русский | Français | Deutsch | Español | Suomi | Türkçe | Italiano | English | ह िन ्द ी